CRONICAS DEL AMOR

LOVE CHRONICLES-SECRETS REVEALED

Título en castellano: Crónicas de amor

Estados Unidos, 2010

Género: Comedia

Dirección: Tyler Maddox-Simms

Guión original: Tyler Maddox-Simms

Producción: Young Dre

Fotografía en colores: William MacCollum

Montaje: Dante Wyatt

Intérpretes: Ving Rhames (Mike) – Mike Epps (Thomas Black) – Viviana A. Fox (Janet) –Delaine Taira (Susan) –Kip Pearce (Bobby) – Malik Bainhardt (Stnake) – Elisé Neal (Monique)

Estreno en los Estados Unidos: 13 de julio de 2010-10-26 No estrenada en la Argentina

Duración: 85’

Calificación: Sólo para mayores de 13 años

Es una comedia con supuestos profesionales negros (salvo transitorios personajes) que no debió salir nunca del mercado local de los Estados Unidos.

Intenta ser una comedia que indaga nada menos sobre qué es el amor, pero su rudimentaria trama y su mediocre dirección la remiten al olvido más absoluto.

Es una mixtura de episodios con parejas problematizadas por el tema sentimental. Nada novedoso lo que se muestra ni lo que se dice. El filme se abre con un par de definiciones: una a cargo de un obeso que dice que cada vez que se acerca a su mujer la excita y la otra es la de una nena que dice algo así como que amor es lo que siente su papá por su mamás y que ambos pretenden ofrecerse lo mejor.

Comienzan los títulos y desfila una mixtura de seres anodinos.Vaya como muestrario el caso de una chica recién llegada a Los Ángeles y justo al descender del ómnibus se topa con un individuo que le promete triunfar como estrella. La mucha tiene cara de linces, pero debe poner mirada de lela. Le presenta el proxeneta dos “artistas” que están apoyadas en un auto a plena luz de la tarde no precisamente con ánimos de tomar un helado. Pero la recién llegada es imbécil y se enamora del individuo que para colmo se llama Stnake… (si hay profecías ésta es una y muy explícita).

Por otro lado un locutor de radio atiende un consultorio sentimental cuando apenas puede solucionar el entuerto que tiene en su casa con su mujer, quien simula engañarlo con un blanco muy viril, cosa que lo excita y lo impulsa a retornar el lecho y en menos que un viaje en subte la embaraza.

Esto no es nada. Hay un donjuán flacucho que no puede controlar su manía por seducir mujeres y termina con dos balazos en las piernas, lo que lo convierte en un buen amante con dos muletas y preside una banda de rap.

Todo así contado (y hay mucho más) parece divertido, pero es tal la falta de coherencia entre las secuencias teatrales, los diálogos tontos repetidos hasta el hartazgo en la cocina hogareña y los insoportables consejos del responsable radiofónico de moda que convierten a este filme en un caótico desfile de tonterías donde ni siquiera las mujeres morenas y hermosas muestran aunque sea un hombro, lo que explica el desinterés de sus compañeros de dormitorio.

Si hay que buscarle algún mérito a estas Crónicas… hay que buscarlo en la banda sonora donde los músicos Desi Desmond, Panavah Kalayeh, Danny Tannenbaum y William Warner hacen (im)posible por amenizar la hora y media de esta comedieta indigna de hasta treinta minutos televisivos.

Por allí anda un envejecido Ving Rhames, actor de más de cien filmes y a quien veremos en la próxima versión de Misión imposible. Pero no salva el resultado.

Apenas se pueden señalar un par de chistes: uno lo dice con cierto cinismo un marido refiriéndose a las mujeres;”Te aman hasta hacer todo lo que está a su alcance para satisfacerte, una vez que lo logran el amor evaporó y el interés por uno ya no existe”. Pobre tipo. Y el otro hallazgo está cargo de un policía (blanco) que trabaja en un par de escenas al principio y explica a un colega una dificultas amatoria que el subtitulado en español se carga de destrozarlo y no se entiende qué complejo tiene el agente del orden para hacerle el amor a su mujer.

Poca cosa. Como diría un mago de barrio: “Nada por aquí, nada por allá”. Y en el medio esta película que no merece ni siquiera el nombre de tal. La piedad, esa hermana de la misericordia, ni siquiera puede ser invitada a una buena acción. En este caso, claro.

Hernando Harb