MI VECINO ES UN ESPÍA
de Brian Levant
Título original: “The Spy Next Door”
Origen: EE.UU.,2010
Género: Comedia policial, familiar
Idioma: inglés
Director: Brian Levant
Productores: Robert Munic y Dito Montiel
Guionistas originales: Jonathan Bernstein y James Greer
Fotografía en colores: Thérése DePrez
No estrenada en
Fecha de lanzamiento en DVD: 15 de abril de 2010
Intérpretes: Jackie Chan (Bob Ho) – Amber Valleta (Gillian) – Madeline Carroll (Farren) – Will Shadley (Ian)
Calificación: Apto para todo público
Esta es una película ideal para el público infantil en temporada de vacaciones (o un fin de semana). Reúne todas las condiciones que hacen atractivo a un filme para la gente menuda.
Pero hay que hacer una salvedad: ésta es una de Jackie Chan, un actor con admiradores a toda prueba y detractores difíciles de convencer. Algo así ocurría hace unas décadas con el gran Jerry Lewis.
Un poco de historia no viene mal: El verdadero nombre de Chan es Chang Kong Sang, un taiwanés nacido un 7 de abril de 1954, abandonado en la puerta de un circo y criado por artistas acróbatas. Su ámbito de nacimiento fueron las arenas, las jaulas de animales y las acrobacias de todo estilo, desde las emprendidas por la ecuyére de turno hasta por los dioses efímeros de los columpios del aire.
Una vida nada fácil.
De ahí pasó adolescente a integrar un coro de acróbatas de la Ópera de Pekín. Y las volteretas de la vida hicieron que algún astuto comerciante se fijara en su estilo acrobático y lo probara para filmes de tercer orden, de ésos que los chinos consumen a carradas y premian con carcajadas.
En 1996 un perspicaz comerciante del cine se fija en “Rumble in the Bronx” (1996) y le llama la atención ese hombrecito que parece volar en el aire y hasta asemejarse a un bailarín de un ballet acrobático de heterogénea coreografía. El resultado: el primer gran éxito entre el público norteamericano. La comedia era entretenida, contenía un mensaje antipandillero y había un romance almibarado en medio de casas que se derrumbaban y jovencitos que acataban los buenos consejos de sabios uniformados vestidos de azul.
Jackie Chan tiene una cincuentena de películas. Algunas de muy buena calidad, como la saga de “Rush Hour” (“Hora punta”, 1998) iniciada con tal suceso que en la tercera de la serie, filmada en París, se ofreció a participar ni más ni menos que el soberbio Roman Polanski.
En Hollywood intercambió un poco su libertad imaginativa por dar rienda suelta a las extravagancias cibernéticas con “El esmoquin” (2002) o visitar un acartonado far-west con “Shanghai Kid, el Este al Oste”(2000).
No importó. Los admiradores, firmes.
Lástima esta comedia “Mi vecino…”, filmada en Albuquerque, New Mexico, que se parece a tantas otras comedietas ribeteadas de vecindarios made in Hollywood, con un misterioso espía oriental perseguido que complica a una rubia con hijos bien occidental en una parafernalia de computación y de espionaje cibernético.
No es nada del otro mundo. Es una diversión que tiene que ver con el consumo industrial que con la elegancia de gags tipo Chan. Los niños son lo suficientemente potables como para calificarlos de simpáticos. La parte técnica es producto del oficio mecánico norteamericano. Y los demás rubros no ofrecen sorpresas descompensadoras. En cuanto al argumento, los guionistas hicieron su trabajo entre un viaje a Shanghai y New York. Dos garabatos y listo.
Nada por aquí, nada por allá. La magia circense se tomó unas vacaciones. Los dólares mandan en el submercado del cine.
Hernando Harb
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