LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVOS - Hernando Harb

lunes, 22 de noviembre de 2010 en 8:09














LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVOS


Título original: Nigth of the Living Dead

Origen: Estados Unidos, 1968

Género: Horror

Hablada en inglés

Dirección: George A. Romero

Guionistas originales: John A. Russo – George A. Romero

Producción: Karl Hardman – William Hindzman

Música original: Valdimir Licina

Montaje: Brian Huckeba – John Russo (sin figurar en los créditos)

Dirección de stunts: Jacqueline Streiner

Int{erpretes: Duane Jones (Ben) – Judith O’ Dea (Barbra) –

Kart Hardman (Harry) - Marilyn Eastman (Helen) – Keneth Wayne (Tom) – Charles Craig (Zombie)

Duración original del dvd masterizado: 96’

Duración del estreno en la Argentina: 84’

Duración de la copia exhibida en cable: 84’

Calificación: Apta para mayores de 16 años


Es el último (tal vez) eslabón de la tetralogía iniciada por el ícono del cine de terror/horror George A. Romero (sin incluir una quinta versión realizada por su habitual maquillador que pasó inadvertida y se la considera un sentido homenaje a su obra aunque contó con la supervisión del maestro.

Ésta es una edición estupenda del sello SBP (argentino), la que debe considerarse un lujo para el coleccionista (no sólo para el adicto a los filmes de terror y sus cercanías tan manipuladas hace ya una década).

Se trata del filme que Romero filmó con una finalidad que terminó bifurcándose por la tares grata de ciertos críticos de cine: no sólo intentó crear un temor existente entre los norteamericanos por el creciente aumento del comunismo en el mundo. Estos “muertos vivos” adquieren con el tiempo un significado mucho más enriquecedor: son la gama de las venganzas que los muertos han decidido tomarse contra los vivos por motivos tan disímiles como existen en la humanidad: el racismo, la explotación sureña, el machismo exacerbado, la postergación injustificada y los mil arietes que muestran la enajenación oscura del inconsciente.

Romero inicia su relato en un cementerio, con dos hermanos y un funeral. La reunión se complicará con la aparición de ese zombie que cada uno espera.

Los lugares comunes son mencionadamente abrumadores: las cruces, la capilla, el Dios no mencionado, la crueldad previsibledel sufrido negro explotado… El más allá de los zombies posee reglas que los humanos deberían tomar en cuenta y que el tándem Romero-Russo las ordena para dispararlas con satírica agresividad a un público culposo.

Esta “noche” orgiástica de muertos vivientes en un placer estético para el espectador y una invitación llena de burlas, guiños y chistes que se suceden como una cohetería plena de diversión aunque la sangre parezca salpicar sin ensuciar y la reflexión amonestar conciencias,

George A. Romero es uno de los padres del cine independiente dedicado al terror subliminal (tal mal interpretado por tanto cine nipón y los sucesores de un subgénero invasivo hasta la saciedad). Ésta es una prueba significativa.

Con una producción mínima (menos de cien mil dólares) este filme ha quedado como clásico del cine de culto, al punto de ser incluido en el Nacional Registry en 1999 (*). Merecido premio, sin duda.

Con un fondo blanco enteramente al comienzo la pantalla va jugando con el uso del color hasta copar el rojo de la sangre y la penumbra negruzca del miedo a la proximidad de la noche que hace todo invisible.

La actuación es lo de menos. Romero emplea a actores secundarios que puedan funcionar como marionetas confundidas por el acoso de stunts convertidos en zombies por obra y magia de un cine que las cinematecas del mundo protegerán, al margen de que seamos aficionados al horror en el cine. Ésta es una clase de miedo que se sugiere para tenerla bien en cuenta. La injusticia también es algo vinculado a e los llamados espíritus. Convocados por el Dios y su hijo, el demonio de la conciencia.

(*) George A. Romero es un neoyorquino nacido en 1940. Fue el creador de una obra maestra inadvertida como fue “Martín” (1977), la descripción de un joven asesino de rostro criminal que asolaba con su encanto a las mujeres de una localidad ahogada en frustración y soledad. O de un conjunto de títulos en cooperación con el escritor Stephen King y el notable Dario Argento

(“Creepshow”, 1983 y “Two Evil Eyes”, 1993).

La noche de los muertos vivos” fue el comienzo de una tetralogía admirable, que debe atenderse con mayor atención, ya sea por su significado múltiple como su construcción notable, en especial considerando la inversión mínima que insumió el rodaje.


Hernando Harb


(***)

Datos curiosos de la filmación

(Tomados del fascículo del sello editor SPB S.A.)

Para hacer la sangre se utilizó jarabe de chocolate.

(*)

Cuando los zombies comen cadáveres en el camión destruido, lo que mastican los actores es jamón cocido cubierto con salsa de chocolate. Algunos estaban tan asqueados que no necesitaban maquillaje para parecer pálidos y enfermizos.

(*)

Uno de los títulos posibles que los productores pensaron para el filme fue “La noche de Anubis”. Esto es en referencia al antiguo dios egipcio de los muertos.

(*)

En la escena en que Ben clava placas de madera en las puertas, se notan números en esas placas, esto se debe a que las habían marcado antes de sacarlas y volverlas a poner sin perder la continuidad. Lo que no tuvieron en cuenta es que tenían que ponerlas al revés para que no se noten los números.

(*)

El gran Tom Savini había sido contratado originalmente por Romero para hacer los efectos especiales y de maquillaje. Los dos se conocieron cuando Savini audicionó para una película del director que nunca se llevó a cabo. Sin embargo, Tom no pudo participar en el filme ya que fue enrolado por ejército de los Estados Unidos para ser fotógrafo en la guerra de Vietnam.

(*)

Ésta fue la primera película de horror protagonizada por un afroamericano.

(*)

El comentario social que muchos vieron en el filme (el héroe afroamericano asesinado por una joven blanca) no fue intencional. Según los productores Duane Jones era el mejor actor para el papel sin importar el color de su piel.

(*)

Hill Carrillo, quien interpret{o al reportero televisivo, era en verdad una celebridad en el canal local de Pittsburg conocido como “Chilly Billy”. Originalmente era presentador de un show de películas de terror, pero ocasionalmente la emisora lo empleaba de reportero.

(*)

William Hinzman y Karl Hardman, dos de los productores originales que aportaron 300 dólares (sí, trescientos dólares) tuvieron un pequeño rol en el filme. Otro de los productores fue un carnicero local quien aportó sangre y vísceras de vacas.

(*) El actor y coproductor Karl Hardman también participó como maquillador, ingeniero de sonido eléctrico y fotógrafo.

(*)

Los extras que actuaron de zombies cobraron cien dólares y una remera que decía: “Yo fue zombie en “La noche de los muertos vivos”.

(*)

Durante la preproducción el título del filme era simplemente “Una película de monstruos”.

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