WHIRLY GIRL
Título original: Whirlygirl
Estados Unidos, 2006/7
Género: Comedia
Director: Jim Wilson
Guión original: Pete McCormac
Música: Deborah Lurie
Productores: Jim Wilson – Bruce Moriarty
Intérpretes: Monet Mazur (Whirlygirl) – Julian Morris (James) – J.A.Q. (Raoul) – Johnny Pruitt (David) – Rob Sullivan (Mr. McTavish) – Daniel Granzese (Big Clive)
Duración en los Estados Unidos:
Duración del DVD en
No estrenada en
Calificación: No apta para menores de 17 años
Su improbable estreno en
Su tema es una historia de iniciación sexual [en este caso de un muchacho de apenas 20 años] en el ámbito universitario de estudiantes de clase media. Lejos del estilo barroco de Dulce juventud del alemán Rolf Thiele y nada que ver con la cargosa serie America Pie, el relato posee una combinación de romanticismo y sensualidad, con pizcas de acción y violencia, filmada con inusual firmeza por el juvenil Jim Wilson [a tomar en cuenta para futuras comedias] y con un encuadre premeditadamente tramposo por lo que se insinúa fuera de cuadro o lo que no se muestra pero (a izquierda o a derecha) permite imaginar regocijadamente al voyeur que hay en todo espectador.
Una delicada malicia sobrevuela en la telaraña tejida por un grupo de universitarios una noche en la que contrataron a una hermosa muchacha para que (sólo) baile en penumbras y fosforescencias dignas de un coreógrafo inteligente. La “invitada” tiene varios nombres de pila, pero se la conoce como Whirly Girl o Whirlygirl (cuya traducción al castellano tal vez mortifique a algunos), y provocará un amor obsesivo en el más inteligente alumno, al que le robará el reloj de su padre portador una inscripción [Fe y Valentía], lo que obliga al joven a buscar a la ladrona a la mismísima New York.
Parece una historia nimia. Lo que importa es la forma en que es contada, las frases sensiblemente pronunciadas y el virtuoso montaje en las escenas de intimidad diagramadas sin el estilo light habitual pero tampoco con desbordes corrientes en un tipo de estudiantina que popularizó el cine de USA esta última década.
La película es muy recomendable, para verla sin preconceptos ni prejuicios, aunque éstos se desmantelarán a medida que la acción atrapa con sus resoluciones infrecuentes.
Buen trabajo de jóvenes (en especial un acertado Julian Morris) y de adultos (a cuyo cargo están las frases algo moralizadoras que repiten con una sorna infrecuente en un libreto de estas características)-
Atención: a no confundirse con la carátula del DVD ni con las probabilidades que emergen de la contratapa. Es una lástima que el título con que se la presente es el de “Salvaje rubia”. Las promociones no sólo parecen atrapar incautos, a veces obligan a que espectadores exigentes evadan comedias de este tipo que bien podrían reemplazar la invasión de tonterías en las pantallas locales.
Hernando Harb
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