PARIS de Cedric Klapisch (Francia 2008) - Arnaldo H.Corazza

martes, 5 de octubre de 2010 en 19:41
















PARIS
de Cedric Klapisch

París
Paris
Francia
2008
130 min

Cine negro, De autor
Color
01/01/1970
Guión: Cédric Klapisch
Música:Robert Burke y Loïc Dury
Fotografía:Christophe Beaucarne
Montaje:Francine Sandberg
Distribuidora:Vértigo Films

Esta es la historia de un parisino que está enfermo y cree que va a morir. Su enfermedad le hace ver a toda la gente que encuentra de una nueva forma. Imaginar su muerte de repente le da un nuevo significado a su vida, a las vidas de otros, y a la vida de toda la ciudad. Los vendedores de frutas y verduras, una mujer que regenta una panadería, una trabajadora social, una bailarina, un arquitecto, un vagabundo, un profesor de universidad, una modelo un inmigrante ilegal de Camerún. Todas estas gentes tan diferentes entre si, se encuentran en esta ciudad y en esta película. Se podría imaginar que no tienen nada de especial, pero para cada uno de ellos su vida es única. Podrías pensar que sus problemas no importan, pero para ellos, son las cosas más importantes del mundo.

El verdadero protagonista de este film es la ciudad de Paris, que es mostrada por el director desde muchos rincones, a partir de narrar muy superficialmente unas 4 o 5 historias paralelas, sin demasiado contenido ninguna de ellas.Obviamente la presencia de excelentes actores, el mostrar Paris con una excelente fotografia, genero que solo en Francia la vieran mas de 2.000.000 de espectadores. El director ha encontrado un excelente combo para filmar una pelicula absolutamente comercial. El film, aunque muy bien filmado, es excesivamente largo, y aun saltando de historia en historia por momentos se torna tedioso. No deja de ser una propuesta comercial valida, y para quienes quieran deleitarse con una ciudad tan hermosa como Paris, pues a verla. No encontraran mas que esto.


Puntos de 1 a 5: 3 puntos

ARNALDO HUGO CORAZZA

TONY CURTIS: SEXO, DROGAS Y CELEBRIDAD - Hernando Harb

en 10:03


















TONY CURTIS: SEXO, DROGAS Y CELEBRIDAD


Fue un gran actor. Envuelto en drogas, escandalotes sexuales y mentiras creadas por una prensa que hizo –y hace- de la venalidad una forma de expresarse.

Bernard Schwartz –conocido mundialmente como Tony Curtis- nació el 3 de junio de 1925 en un hogar humillado por la miseria, al punto de que sus padres recluyeron a él ya su hermano Julius a un orfanato para sobrevivir las contingencias que trae la carencia económica.

A los 15 años su amado hermano menor murió atropellado por un camión a la edad de 15 años. La fatalidad es una mala colaboradora del azar y es difícil ser burlada.

Dejó su Bronx natal, donde su padre –un actor húngaro fracasado- apenas podía ganarse la vida como sastre, para ingresar a la Marina donde permaneció hasta 1945.

Su belleza física y su encanto personal fueron dos señuelos que lo ayudaron a iniciar su futura carrera en los laberintos del “universo de los sueños”: el cine. Su relación con Joyce Selznick, sobrina del tiránico productor David O.Selznick ,luego de verlo en una función teatral. Le consiguió un contrato en la Universal.

Los primeros escarceos se remontan a 1949, con papeles menores. En “Sin ley y sin alma” (dirigida por el notable Robert Siodmak y conocida como “El abrazo de la muerte”) le permitió hacer dos intervenciones mínimas y su nombre no figuró en los créditos.

No importó. En ese filme trabajaba Burt Lancaster, con quien estableció una amistad y le permitió lograr el ingreso a círculos de la “fábrica” de Hollywood.

Los que admiramos a los verdaderos actores como Tony Curtis lo recordaremos en títulos importantes de una carrera riquísima en éxitos (algunos de ellos basales en la historia del vapuleado libro del cine).

En 1953, interpretó al mítico mago de “El Gran Houdini” junto a una de sus hermosas esposas, la rubia Janet Leigh –la del asesinato célebre en el baño a manos de un psicótico creado por Don Alfred-.

Luego de varios títulos de aventuras de color, vendría el estrellato, más allá de su apostura y de los chimentos de pasillo acerca de sus relaciones amorosas:

Carol Reed (el de “El tercer hombre”) lo convocaría para formar un triángulo popular con la Lollobrigida y Lancaster en “Trapecio” (1956).

Sería el enemigo del vikingo Kirk Douglas en materia de amores (otra vez Janet Leigh) en la antológica “Los vikingos”, creada por Richard Fleischer en 1958.

Esa fecha fue candidato al Oscar por “Fuga en cadenas”, pero quedó en nominación que dio señales de que el cine lo tomaba muy en serie, en un rol de un racista.

Luego sería el transvertido a la fuerza de “Una Eva y dos Adanes” (colosal suceso de Billy Wilder) con la icónica Marilyn Monroe, con quien se la vinculó con desgraciados episodios pasionales, producto de esa enfermedad apodada amarillismo. Fue en 1959.

Luego, ese años, compartiría cartel con Cary Grant en “Sirenas y Tiburones” (de Blake Edwards) y hasta John Huston lo incorporaría a la fascinante “Lista de Adrián Messenger” (1963) componiendo una breve caracterización junto a actores de calidad.

Curtis se animó a competir con el rey de la comedia Jerry Lewis en la teatral “Boeing Boeing” (1965) y llegó a estar a la altura de las circunstancias, bajo las órdenes de John Rich.

Pero fue su interpretación como el el asesino de “El estrangulador de Boston” (1968, otra vez con Fleischer detrás de las cámaras y robándole pantalla a Henry Fonda) que entusiasmó a la crítica mundial soportando un maquillaje que lo afeaba totalmente.

En 1960 el exigente Stanley Kubrick lo integraría al colosal reparto compuesto por Kirk Douglas, Laurence Oliver, Jean Simmons, Peter Ustinov, Charles Laughton para revivir la novela de Howard Fast según una adaptación del censurado Dalton Trumbo, “Espartaco”, donde vivía una célebre escena con Douglas muy comentada en su momento.

No importa que luego llegaran los años y la inevitable decadencia física agravada por la muerte de un hijo por sobredosis. Pudo sobresalir cuando el inesperado Norman Mailer le pidió que compusiera a un periodista alcohólico reunido en el departamento de un hotelucho con la Monroe (composición perfecta de Theresa Russell) y el genio de un ridiculizado Albert Einstein, en una desopilante sátira que no pudo evadir la censura de varios países.

Tony Curtis falleció el 29 de setiembre de 2010 en una ciudad que le encantaba: Las Vegas. Hinchado por el alcohol y las drogas, tartamudeando ante insolentes entrevistadores, se despidió de un mundo de luces falsas y de fulgores esporádicos.

Los que amamos el cine, lo recordaremos como un grande. Diamantino, aventurero, mujeriego, padre de una espléndida actriz (Jamie Lee Curtis) que tuvo con Janet Leigh, casado varias veces, aficionado al alcohol y aprisionado por el viaje de las drogas, Tony Curtis figurará en el mapa del cine, y una de las paradas de la travesía llevará su nombre. Los jóvenes harán una parada para admirarlo, más allá del revoltijo del complicado vivir con la fama, el amor y las huidas del pasado de una infancia no precisamente dichosa.


Hernando Harb

EL PRISIONERO DE LAS MONTAÑAS de Sergei Bodrov (Rusia 1996) - Arnaldo H.Corazza

en 8:52












EL PRISIONERO DE LAS MONTAÑAS
de Sergei Bodrov

TITULO ORIGINAL Kavkazskiy plennik
AÑO 1996
DURACIÓN 95 min.
PAÍS [Rusia]
DIRECTOR Sergei Bodrov
GUIÓN Sergei Bodrov, Arif Aliev, Boris Giller (Cuento: León Tolstói)
MÚSICA Leonid Desyatnikov
FOTOGRAFÍA Pavel Lebeshev
REPARTO Oleg Menschikov, Sergueï Bodrov Jr., Djemal Sikharulidze, Susanna Mekhralieva, Alexei Zharkov, Valentina Fedotova
PRODUCTORA Productores: Boris Giller & Sergei Bodrov


La guerra estalla en el Cáucaso. Dos soldados rusos heridos y prisoneros son llevados a un pueblo de montaña por un viejo checheno, Abdul-Murat, que espera canjear a los dos prisioneros por su hijo, capturado por el ejército ruso. Tras una tentativa de evasión, uno de los soldados muere. El intercambio no puede ya tener lugar, porque el hijo de Abdul ha sido también abatido durante una tentativa de evasión colectiva de la prisión en la que estaba encerrado. El joven ruso superviviente es encadenado y escondido en un profundo agujero. La hija de Abdul-Murat, que se enamora de él, trata en vano de ayudarle a salir de allí. Ella sabe que su padre, empujado por el resto de campesinos, está a punto de matarle. Pero Abdul-Murat lleva al ruso lejos del pueblo, poniendo fin a la inexorable cadena de asesinatos.

Además de la nominación al Globo de Oro y al Oscar 1996 a la mejor película en habla no inglesa, esta coproducción entre Rusia y Kazajistán ha ganado el Premio de la FIPRESCI y del público en el Festival de Cannes 1996, y diversos galardones en otros festivales más o menos importantes. Este film traslada al reciente conflicto entre Rusia y Chechenia la historia imaginada por León Tolstoi en su novela El prisionero del el Cáucaso. Fuera de los hermosos paisajes del caucaso , el alegato antibelicista, el rescate del perdón, el film si bien resulta por momentos entretenido, no se traduce en un buen resultado. La historia no resulta creible para nadie, en el marco de la cruel guerra ruso-chechena. Me parece que el film es un compendio de buenas intenciones que no logran concretarse. Son buenas las interpretaciones asi como la fotografia. Puede verse, sin mayores exigencias.

Puntos de 1 a 5: 3 puntos


ARNALDO H.CORAZZA

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