ALBERTO SORDI

martes, 27 de abril de 2010 en 14:51







Alberto Sordi fue uno de los grandes actores de la época de oro del cine Italiano. Actor ductil, que pordía incursionar en la tragedia o en la comedia con la misma genialidad. La foto de la derecha evoca una escena memorable de los Inútiles de federico Fellini. Era mucho mas que el cómico grotesco de muchas de sus films, mucho mas que eso. Sordi fué un enorme actor.


Biografía

Era el cuarto hijo de Pietro Sordi, un profesor de música, que tocaba la tuba en la orquesta del Teatro de la Ópera de Roma, y de María Righetti, una maestra. Nace en el barrio popular del Trastévere, en Roma, el mismo de Claudio Villa y de muchos otros artistas de la posguerra.

Sus primeras experiencias: Extra, doblador, actor de revista y de radio

Ya en la escuela primaria empieza a improvisar pequeñas obras con un teatro de marionetas para un público de su misma edad, además de cantar como soprano en el coro de voces blancas de la Capilla Sixtina dirigido per Lorenzo Perosi. En 1936 graba un disco de cuentos para niños, que encarga la casa discográfica Fonit y con lo que gana deja las clases en el Instituto de Comercio y se traslada por un breve tiempo a Milán, donde estudia dicción. De allí será expulsado, al parecer a causa de su acento dialectal romano (mucho más tarde, el 27 de abril de 1999, se le concedió un diploma ad honorem). Sin embargo obtuvo el título más adelante, presentándose como alumno libre.

De regreso a Roma, en 1937 encuentra trabajo como extra en Cinecittà (en la superproducción Escipión el Africano de Carmine Gallone, en un papel de soldado romano) y gana un concurso de la Metro-Goldwyn-Mayer para doblar la voz de Oliver Hardy (primero se hizo llamar Albert Odisor, con Mauro Zambuto que doblaba en italiano a Stan Laurel). Trabaja en esto hasta 1951 doblando a Bruce Bennett, Anthony Quinn, John Ireland, Robert Mitchum, Pedro Armendáriz y, entre los italianos, a Franco Fabrizi y hasta a Marcello Mastroianni en sus comienzos.

Su voz es muy reconocible también en la obra maestra de Vittorio de Sica Ladrón de bicicletas (1948), en la película de Alessandro Blasetti Prima comunione (1950) y en el curioso film Los pingüinos nos miran (1956) dirigido por Guido Leoni, en el que los animales de la película hablan con voces de actores famosos. Por una extraña curiosidad, como actor sólo fue doblado por otros actores dos veces: en Cuori nella tormenta dirigida por Carlo Campogalliani en 1940, doblado por Gualtiero De Angelis, y en Il Passatore de Duilio Coletti en 1946, donde interpretando el papel de un bandido, le prestó la voz Carlo Romano.

En el teatro, tras el fracaso con la compañía de Aldo Fabrizi y Anna Fougez en 1937 en el espectáculo San Giovanni, se dedicó a la revista como bailarín de fila de la compañía de Guido Riccioli y Nanda Primavera en 1939 con el espectáculo Ma in campagna è un'altra... rosa. Otras obras conocidas fueron Imputati... alziamoci! (1945) de Michele Galdieri, Soffia so... (1946) de Pietro Garinei y Sandro Giovannini, y finalmente, en la temporada de 1953, Gran baraonda que volvieron a dirigir Garinei y Giovannini, que será su última aparición de teatro, junto con Wanda Osiris, a la que dirigirá en 1973 en una secuencia de su película Esa rubia es mía.

Gracias a la radio, durante la temporada 1947-1948, empieza a hacerse famoso con algunos programas donde crea algunos personajes que alcanzan una gran popularidad. Uno de esos, Mario Pío lo interpretará en la primera película de Mauro Bolognini, Los esperamos en la galería de 1953. También con origen radiofónico en 1947, rodará Il vento mi ha cantato una canzone de Camillo Mastrocinque, junto a Loris Gizzi, Galeazzo Benti y Laura Solari, donde interpreta el papel del amigo de un cantante en busca de fama nacional en un programa de la ficticia '"Radio Sibilla".

Su carrera cinematográfica

Durante diez años tendrá pequeños papeles en veinte películas, salvo I tre aquilotti de Mario Mattòli, en la que era uno de los protagonistas, en la película de Camillo Mastrocinque ya mencionada, y en la que trabajaba con el actor genovés Gilberto Govi y con Walter Chiari en el papel de un empresario argentino en Che tempi!, versión cinematográfica de la comedia Pignasecca e Pignaverde de Emerico Valentinetti. Destaca en 1951 con una película de Roberto Savarese, con guión de Cesare Zavattini, producida por Vittorio De Sica, Mamma mia che impressione!. Entre estas películas desconocidas podemos citar una película redescubierta hace poco: Via Pádova 46, de Giorgio Bianchi1953, en la que Sordi interpreta el papel de un cursi vecino de casa del pobre Peppino De Filippo, un modesto empleado que buscaba una aventura sentimental con una muchacha. (

Entre 1952 y 1955 Sordi alcanza el estrellato dentro del mundo del cine, con dos películas de Federico Fellini: El jeque blanco (1952) y Los inútiles (1953). Luego seguirán otras tres películas dirigidas por Steno: Un día en el juzgado (1953), Un americano en Roma (1954) y Piccola posta (1955), en la que interpretará su personaje del joven un poco cobarde, oportunista, aprovechado, indolente, vago, infantil y anti-idealista que lo acompañará durante los años 1950. Su popularidad se hace enorme, aunque en sus comienzos nadie creyera en él (los empresarios que alquilaban las películas, al principio, no querían que su nombre apareciera en los carteles porque opinaban que al público no le gustaba) y Alberto Sordi empieza a rodar entre 8 y 10 películas cada año.

Con la llegada de la llamada comedia italiana dio vida a muchos personajes casi todos negativos de "típico italiano", poco edificantes pero que se correspondían a una realidad evidente, dibujados con una cierta malicia pero siempre valorables debido a su característica dicción. Con frecuencia colaboró en los temas y guiones de las películas en las que participaba (casi 150) y en todas las que dirigió (19). Sordi, con una carrera de más de cincuenta años ha creado un completo muestrario de la historia de los valores y del las costumbres del italiano típico, desde el periodo de la guerra hasta nuestros días, con algunas bajezas, pero en fondo justificado por su buen corazón y por su capacidad de soñar con los ojos abiertos.

Resulta prácticamente imposible enumerar todas sus interpretaciones, pero hay que citar al menos algunos personajes que han pasado a la historia de la comedia italiana: entre estos el maestro suplente Impallato, que descubre a un alumno con unas características excepcionales para la canción lírica y lo explota para obtener fama y riqueza en Bravìssimo (1955) de Luigi Filippo d'Amico; el gondolero de Venecia, la luna y tú (1958) de Dino Risi; el marido vejado por su mujer y endeudado en Il vedovo (1959), también de RisiFranca Valeri, o el despreciable componente de una comisión censora que juzga despiadadamente carteles y películas picantes y en privado contrata con fines inmorales bailarinas de night-club en Il moralista (1959) de Giorgio Bianchi. junto a

Tras la conmovedora obra maestra de Mario Monicelli La gran guerra (1959) en la que representa a un soldado vago y escaqueador, que se ve obligado a morir como un héroe sin desearlo, demuestra que tiene un talento extraordinario cuando se sumerge psicológicamente en personajes dramáticos y a veces francamente grotescos. A partir de los años 1960 podemos citar al subteniente Innocenzi de Todos a casa (una de las mejores comedias de Luigi Comencini, rodada en 1960), al guardia de tráfico inflexible con los débiles y siempre dispuesto a arrodillarse ante el poderoso de turno en El alcalde, el guardia y la jirafita (1960) de Luigi Zampa -junto a Vittorio de Sica y Sylva Koscina-, al periodista de Una vida difícil (1961) de Dino Risi -compartiendo cartel con la excelente Lea Massari-, al industrial en bancarrota dispuesto a vender un ojo para reajustar sus finanzas y contentar a una mujer demasiado exigente en Il Boom (1963) de Vittorio De Sica; el médico de la mutua dispuesto a cualquier compromiso para entrar a trabajar en una clínica de lujo en las dos películas Il medico della mutua (1968) de Luigi Zampa y El Prof. Dott. Guido Tersilli, primario de la clínica Villa Celeste, en acuerdos con los seguros1969) de Luciano Salce; el editor que sale a la búsqueda del cuñado perdido en África en Riusciranno i nostri eroi a ritrovare l'amico misteriosamente scomparso in Africa? (1968) de Ettore Scola; el geómetra encarcelado sin motivo mientras estaba de vacaciones de Detenuto in attesa di giudizio ("Detenido en espera de juicio", 1971) de Nanni Loy, por el que consiguió en 1972 el Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín); El damnificado que una vez al año junto con la mujer (Silvana Mangano) organiza interminables juegos de naipes en la villa lujosa de una rica y estrafalaria señora con secretario y ex amante que la siguen (Bette Davis y Joseph Cotten) en Lo scopone scientifico ("Sembrando ilusiones", 1972) de Luigi Comencini, hasta el terrible, y por muchas razones insostenible, papel en Un borghese piccolo piccolo (1977) de Mario Monicelli, que representa su punto más dramático y malvado. Con Monicelli recitará nuevamente en el doble, burlón y amargo papel sostenido en una olvidable comedia de 1981: Il marchese del Grillo. Actuará, con resultados diversos, en algunos textos literarios y teatrales clásicos, como los de Molière en El enfermo imaginario de 1979 y El avaro de 1990, ambos dirigidos por Tonino Cervi) y Romanzo di un giovane povero, del 1995, por Ettore Scola, que en 2003, después de la muerte de Sordi, le dedicarà el film Gente di Roma. (

Sordi fue premiado con cinco Nastro d'Argento y con siete David de Donatello, y en 1995León de Oro por su carrera cinematográfica en el Festival de Venecia. obtiene el prestigioso

Detrás de la cámara cinematográfica

Dirigió 19 películas, a partir del 1966. La primera fue Fumo di Londra, basado en los convencionalismos de comportamiento y sociales de un italiano expatriado temporalmente (tema ya afrontado por Gian Luigi Polidoro) y Scusi, lei è favorevole o contrario? retrato de un adinerado comerciante de telas, separado de su mujer, con tantas amantes para mantener como son los días de la semana en una Italia de los años 1960 sacudida por las polémicas sobre el referéndum sobre el divorcio. Obtiene buenos resultados en tres películas junto a Monica Vitti, Amore mio aiutami ("Amor mío, ayúdame", 1969), Polvere di stelle (1973) y Yo sé que Tu sabes que Yo sé (1981). Sus mejores trabajos detrás de la cámara son: su obra maestra Un italiano in America (1967), junto a Vittorio De Sica, y el episodio Le vacanze intelligenti de la obra colectiva Dove vai in vacanza? ("Vicios de verano, 1978). Memorables son el personaje del taxista en las dos películas Il tassinaro (1983, donde realiza duetos cómicos con el mismo presidente de Italia Giulio Andreotti y con el viejo amigo Federico Fellini), y Un tassinaro a New York1987). Muy interesante la colaboración con Carlo Verdone, considerado por muchos su heredero natural (con estilos y temáticas diferentes) en los films In viaggio con papà1982) y Troppo forte (1986). Pero su película preferida, entre las dirigidas, es la melancólica Nestore, l'ultima corsa (1993), donde interpreta un cochero reacio a llevar su caballo al matadero. Las imágenes del matadero son de una dureza desconcertante y de verdad inéditas para una película de Sordi. La última película que dirige es la mediocre y desafortunada Incontri proibiti (1998) junto a Valeria Marini y Franca Faldini, presentado en 2002 en cine y televisión con montaje diferente y otro título, Sposami papà. ( (

Las canciones y la televisión

Hay que destacar la fructífera colaboración artística con el guionista Rodolfo Sonego, que trabajó en muchas películas suyas desde 1954 (Il seduttore de Franco Rossi es su debut) y con el compositor Piero Piccioni, que ha firmado muchas de las bandas sonoras de sus películas más famosas, como algunas de sus famosas canciones irreverentes y un poco maliciosas. Colabora además junto al periodista Giancarlo Governi, a partir de 1979, a realizar la apreciada transmisión Storia di un italiano, y no deja de participar en muchos programas de televisión (como Studio Uno, junto a la cantante Mina, en 1966) donde demostraba gran sarcasmo y buen humor. El día de su octuagésimo cumpleaños, el 15 de junio de 2000 el alcalde de Roma, Francesco Rutelli, le cede por un día el "cetro" de la ciudad de la que fue nombrado hijo predilecto, y de la que se había burlado mostrando vicios y falsas virtudes.

Su fin

Después de una larga enfermedad, Sordi muere el 25 de febrero de 2003, a la edad de 82 años. Los restos son trasladados a la sala de armas del Campidoglio, donde por dos días recibió el homenaje ininterrumpido de una multitud inmensa; el 27 de febrero de 2003 se celebran funerales solemnes en la Plaza San Giovanni, delante de casi 300.000 personas. Después será enterrado en la tumba de familia. La vida privada de Sordi fue siempre llevada con extrema discreción y reserva: ningún enlace sentimental oficial, ningún matrimonio contraído, vivió siempre en su casa junto con sus hermanas Savinia (muere en el 1972) y Aurelia, con su hermano Giuseppe, su administrador y con la secretaria Annunziata que actualmente está encargada de sus archivos personales.

Filmografía

Como actor

Director

Teatro

Actor de teatro

Compositor y cantante [editar]

Fuente Wikipedia

UN BURGUES PEQUEÑO PEQUEÑO de Mario Monicelli-Arnaldo H.Corazza

en 10:46
















UN BURGUES PEQUEÑO PEQUEÑO
de Mario Monicelli


Un burgués pequeño, pequeño
(Un borghese piccolo, piccolo, Italia, 1977). Dirección: Mario Monicelli. Argumento: novela de Vincenzo Cerami. Guión: Mario Monicelli, Sergio Amidei. Fotografía: Mario Vulpaiani. Música: Giancarlo Chiaramello. Montaje: Ruggero Mastroianni. Elenco: Alberto Sordi (Giovanni Vivaldi), Shelley Winters (Amalia Vivaldi), Vincenzo Crocitti (Mario Vivaldi), Romolo Valli (Dr. Spazioni), Renzo Carboni (ladrón), Enrico Beruschi (Toti). 118’.


Un modesto funcionario está próximo a la jubilación. Decide ingresar en la logia masónica a la que pertenece su jefe para, de este modo, ganarse su respeto y lograr que su hijo entre a trabajar en el mismo ministerio que él. Pero el mismo día que pasa los exámenes, el hijo es abatido por los disparos de un atracador.


Deberemos apelar a nuestro recuerdo de un singular film de Mario Monicelli, director itaaliano que se puede definir como un artesano de la cinematografía, pero que de cuando en cuando nos ofrecía un film sorprendente. Este es uno de ellos. Vanos han sido los esfuerzos de comprar o alquilar el video, ya que esta copia esta virtualmente desaparecida. Al menos, no la he podido hallar, para verla nuevamente. La historia de un hombre un hombre común, que intenta por todos los medios de hacer ingresar a su hijo a trabajar en un Ministerio, y la tragedia que implica la muerte de su hijo, esta magnificamente relatada por Mario Moniccelli. La interpretación que hace Alberto Sordi de ese padre, es deslumbrante, quizás uno de sus mejores trabajos. No sorprende, Sordi era un actor único, que podía transitar la comedia o la tragedia, o mezclar ambas a la perfección. Sordi fué uno de los grandes actores de la época de oro de la cinematografía italiana, con una versatibilidad especial. Quien no recuerda la magistral actuación de Alberto Sordi en "Los inútiles", un gran film de Federico Fellini. Es por cierto singular que Moniccelli haya elegido para el papel de la madre a Selley Winters, que tiene una actuación estupenda. Luego de la muerte de su hijo, por un cuadro cerebral queda paraplegica, en una silla de ruedas. Su actuación, sin ninguna actividad corporal, se traduce en sus miradas. Es una actuación fantástica. El film es para definirlo de alguna manera, sorprendente. No es una obra de arte, pero se sutua entre las mejores producciones de Moniccelli.
Yo diría que es imprescindible verla, pero les resultará muy dificil consegir una copia. Yo hasta la fecha no lo he logrado.

1.- Monicelli nació en Viareggio (Toscana), siendo el hijo menor del periodista
mantuano Tomaso Monicelli. Su hermano mayor, Giorgio Monicelli, trabajó como escritor y traductor. Asistió al liceo local y entró al mundo del cine a través de su amistad con Giacomo Forzano, hijo del dramaturgo Giovacchino Forzano, quien había sido encargado por Mussolini de la fundación de estudios de cine en Tirrenia. Monicelli vivió una juventud liberal y muchas de sus bromas que aparecen en Amici miei fueron producto de sus propias experiencias. Realizó su primer cortometraje en 1934 junto con su amigo Alberto Mondadori. Este fue seguido por un filme mudo, I ragazzi della via Paal, el cual ganó un premio en el Festival Internacional de Cine de Venecia. Su primer largometraje fue Pioggia d'estate (1937). Durante 1939-1942, Monicelli escribió numerosos guiones (aproximadamente 40) y trabajó como asistente de dirección. Monicelli hizo su debut oficial como director en 1949, en el filme Totò cerca casa, codirigida por Stefano Vanzina. Desde sus inicios, su estilo de filmación demostró ser particularmente fluido. Vanzina y Monicelli dirigieron exitosamente ocho películas más en cuatro años, entre las que se encuentran Guardie e ladri y Totò a colori. A partir de 1953, Monicelli trabajó solo, sin dejar de escribir guiones. Varios de los trabajos de Monicelli son considerados obras maestras del cine italiano. Un ejemplo de esto es I soliti ignoti, protagonizada por el comediante Totò, Vittorio Gassman y Marcello Mastroianni, la cual es considerada la primera obra de la Commedia all'italiana. La grande guerra, estrenada en 1959, es considerado como su mejor trabajo y estuvo nominado a un Premio Oscar. El filme ganó el León de Oro y estuvo protagonizado por Gassman y Alberto Sordi. La película fue aclamada por la ausencia de acentos retóricos (la tragedia de la Primera Guerra Mundial todavía estaba presente en la mente de los italianos) y por su sentido tragicómico y cortante de historia. Otras dos películas de Monicelli estuvieron nominadas a los Premios Oscar: I compagni y La ragazza con la pistola. Otro de sus filmes, L'armata Brancaleone, también es clasificado entre los mejores del cine italiano. La película cuenta la historia de un caballero italiano pobre en la Edad Media desde un punto de vista cómico. Fue reconocida por los diálogos en latín macarrónico de Gassman como el caballero escritos por Age & Scarpelli. El filme tuvo una secuela, Brancaleone alle crociate estrenada en 1970. En 1975, Monicelli dirigió Amici miei, protagonizado por Ugo Tognazzi y Philippe Noiret. La película fue una de las películas más exitosas en Italia y fue alabada por su mezcla de humor, ironía y sentimiento amargos. En 1978, dirigió Un borghese piccolo piccolo, en la cual predominó el drama. Sin embargo, Monicelli regresó a la comedia con la película de 1981 Il marchese del Grillo. Ambos filmes fueron protagonizados por Alberto Sordi.
Entre los trabajos más recientes de Monicelli se encuentran Speriamo che sia femminaParenti serpenti y Cari fottutissimi amici. Monicelli también trabajó para televisión y teatro y, en algunas ocasiones, como actor y dramaturgo. Monicelli ha colaborado con muchos de los actores italianos más importantes del siglo XX, entre los que se pueden mencionar: Monica Vitti, Anna Magnani, Giancarlo Giannini, Stefania Sandrelli, Vittorio de Sica, Sophia Loren, Enrico Montesano, Gian Maria Volonté, Paolo Villaggio, Nino Manfredi y Leonardo Pieraccioni. (1985),
Fuente: Wikipedia.

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